Las rondallas, bandas de instrumentos de cuerda que visten trajes semejantes a los de los tunos, son las protagonistas del día. La fiesta comienza con un acto institucional donde se presentan las rondallas participantes con sus respectivas madrinas. A su término, las rondallas recorren las calles alabando a las mujeres ferrolanas, cantándoles bajo sus balcones, para finalmente juntarse en la Plaza de Amboaxe, donde brindan un espectáculo de valses y habaneras bajo una carpa.
En los últimos años se han hecho típicos de esta fiesta, los “bicos”, dulce con forma de corazón, relleno de naranja y bizcocho y cubierto de chocolate, que regalan este día los hosteleros a sus clientes.